jueves, 14 de mayo de 2009

publicidad subliminal


La publicidad subliminal nace de forma oficial en el año 1956 en Nueva Jersey cuando James Vicary intercaló dos fotogramas en una película, uno de ellos era un anuncio de Coca Cola y otro una foto de unas palomitas de maíz. Estos fotogramas, que eran imposibles de ver a simple vista provocaron un incremento en la venta de refrescos de cocacola de un 18% y de un 58% en la venta de palomitas. Si realmente esos dos fotogramas provocaran esos porcentajes sería terrible, ya que seríamos enormemente influenciables, pero hay que tener también en cuenta que aumentaron la temperatura de la sala para que la gente tuviera calor, y pusieron unos anuncios a la entrada
Uno de los mejores ejemplos de publicidad subliminal lo tenemos en la foto de estas dos latas de Pepsi, unidas forman la palabra SEX. La publicidad muchas veces intenta recrear situaciones agradables y casi siempre usan motivos sexuales para conseguirlas.
Es difícil determinar el grado de influencia que ejerce este tipo de publicidad en el individuo, pero lo que si está claro es que a mayor consciencia menor manipulación.
A pesar de que está terminantemente prohibida, la publicidad subliminal se utiliza a diario ya que muchas veces es imposible determinar el margen entre la publicidad legal y subliminal
.
Se considera publicidad subliminal la que presenta al
consumidor un producto o servicio de manera que no es conscientemente percibida y lo lleva a su uso o consumo en ignorancia de las razones auténticas.

Un mensaje subliminal está diseñado para pasar por debajo o por encima de los umbrales de la percepción, por lo que en realidad no es perceptible de forma consciente para la persona. Estos mensajes pueden ser visuales (imágenes transmitidas por espacios de tiempo muy cortos) o auditivos (sonidos imperceptibles)

No está demostrada la capacidad humana de percibir dichos estímulos (al estar fuera del umbral perceptivo) ni tampoco la capacidad de influir en nuestra conducta Sin embargo las teorías que defienden la existencia de la publicidad subliminal aseguran que estos estímulos son percibidos directamente por el subconsciente, que influye de forma determinante en nuestra conducta. Por lo cual se basan en teorías freudianas, ampliamente superadas por la psicología actual.

Sin embargo abundan ejemplos de publicidad que tratan de transmitir mensajes de forma casi imperceptible, es decir, jugando con los umbrales de consciencia. Esta publicidad se basa, casi siempre, en estímulos visuales casi imperceptibles, camuflados en el resto de la imagen, con claros objetivos sexuales. Las técnicas utilizadas pasan por palabras ocultas entre hielos, o en los paisajes ("sex" de forma más habitual) O imágenes que recuerdan órganos sexuales masculinos o femeninos. Sin embargo estos estímulos, podrían no ser considerados subliminales al poder ser descubiertos con mayor atención, sin embargo por el hecho de estar ocultas entre otros estímulos le hacen rozar el umbral de percepción, y están muy por debajo de los niveles necesarios de atención. Aún aceptando la existencia de estos estímulos sexuales casi subliminales, y su clara percepción por el subconsciente, habría que analizar si la conducta freudiana del individuo elige claramente la marca sin ninguna motivación aparente.

La realidad demuestra que son pocos los ejemplos de mensajes subliminales que se encuentran en la publicidad, en el cine o en la política, debido a que los propios profesionales de estos sectores desconfían y dudan de la utilidad de dichos estímulos, que pertenecen a creencias pasadas y no demostradas. Por lo que el número de ejemplos es muy reducido, y muchos de ellos se pueden deber a la mera casualidad, al capricho de sombras y luces, y nunca a una clara intencionalidad por parte del autor.

El auge de las teorías subliminales se produjeron en la década de los 50, impulsadas por el libro Persuasión Oculta de Vance Packard e impulsadas por los resultados de una investigación en un cine de New Jersey dónde se transmitieron durante seis semanas mensajes subliminales ("¿Tienes hambre? Come palomitas" y "Bebe Coca-Cola") Según los investigadores, el estudio dio como resultado un 58% de aumento en las ventas de palomitas y un 18% en las de Coca-Cola, y se justificaba la baja influencia de los mensajes de Coca-Cola por el mal tiempo y por la carencia de un mensaje que influenciara en la sed o en la temperatura ("Hace calor, bebe Coca-Cola" o "¿Tienes sed? Bebe Coca Cola") Sin embargo ningún estudio posterior pudo demostrar esta teoría, y en la actualidad parece haber sido demostrado la falsedad de los resultados, es decir, que los científicos manipularon los resultados para favorecer sus intereses.

para darle un mejor entendimiento les dejo este video: